12/07/2005

Derecho de ser libre...

El mercado informático tiende al monopolio de producto en todos sus ámbitos. Los usuarios quieren rentabilizar el esfuerzo realizado en aprender cómo funciona un programa, las empresas quieren encontrar gente formada en el uso de su software, y todos quieren que los datos que gestionan puedan ser entendidos por los programas de las empresas y personas con las que se relacionan. Por eso cualquier iniciativa dedicada a romper una situación de facto donde un producto domina claramente el mercado está destinada a producir más de lo mismo: si tiene éxito, vendrá otro producto a ocupar ese hueco, y en breve tendremos un nuevo monopolio. Sólo los cambios tecnológicos producen, durante un tiempo, la inestabilidad suficiente como para que nadie domine claramente.

El software no-libre trae con él un sistema antisocial que prohíbe la cooperación y la comunidad. No puedes ver el código fuente; no puedes decir qué trucos feos, ni que errores tontos, podría contener. Si no te gusta, no puedes cambiarlo. Y lo peor de todo, está prohibido compartirlo con alguien más. Prohibir que se comparta el software es cortar los lazos de la sociedad.

Hoy contamos con una gran comunidad de usuarios que corren GNU, Linux y otros programas libres. Hay miles de personas a las que les gustaría extenderlo, y han adoptado el objetivo de convencer más usuarios de computadoras para que "usen software libre". ¿Pero qué significa "usar software libre"? ¿Significa escapar del software propietario, o meramente instalar programas libres junto con otros privativos? ¿Estamos ayudando a conducir a la gente hacia la libertad, o sólo introduciéndolas hacia nuestro trabajo? En otras palabras, ¿estamos trabajando para la libertad, o hemos remplazado la meta inicial con el superficial objetivo de la popularidad?

el objetivo es la libertad, las cosas cambian. Los usuarios no pueden ser libres mientras usen programas no-libres. Para liberar a los ciudadanos del ciberespacio, tenemos que remplazar aquellos programas no-libres, no aceptarlos. No son contribuciones a nuestra comunidad, son tentaciones para establecer la continuidad de la no-libertad.

Hay dos motivaciones para desarrollar un programa libre. Una es que no haya ningún programa que haga el trabajo. Desafortunadamente, aceptar el uso de un programa no-libre elimina esa motivación. La otra es el deseo de ser libre, que motiva a la gente a escribir reemplazos libres para los programas no-libres. En estos casos, ese motivo es el único que puede hacer el trabajo. Simplemente usando un reemplazo libre nuevo, y sin terminar, antes de que se compare técnicamente con el modelo no-libre, puedes ayudar a impulsar a los desarrolladores libres a que perseveren hasta que sea superior.

Esos programas no-libres no son triviales. Desarrollar reemplazos libres para ellos será una gran tarea; puede tomar años. El trabajo puede necesitar la ayuda de futuros hackers, gente joven hoy, gente que aún necesita ser inspirada para unirse al trabajo del software libre. ¿Qué podemos hacer hoy para ayudar a convencer a otra gente, para que en el futuro mantenga la determinación y persistencia necesarias para terminar este trabajo?

El modo más efectivo de fortalecer nuestra comunidad es diseminar la comprensión del valor de la libertad- -enseñar a más gente la inaceptabilidad moral del software no-libre. La gente que valore la libertad es, a largo plazo, su mejor y esencial defensa.

Copyright 2004 Richard Stallman

No hay comentarios.: